Para enero de 2014 el diario El Norte, de Barcelona (capital del estado Anzoátegui, costa nororiental del país), presentaba graves problemas financieros. Cerca de 60% de los reporteros eran o pasantes o licenciados recién graduados que aceptaban cualquier salario a cambio de aumentar su experiencia laboral. Fernando Martínez, su director desde hace más de siete años, está consciente de la repercusión que ello tiene en la calidad de los trabajos periodísticos y Umberto Petricca, su dueño –constructor, accionista principal de la Universidad Santa María (USM), y uno de mayores contratistas del Estado en todo el país-, ya no parecía interesado ni en el diario ni en los medios –fue propietario de la señal UHF de CMT, que finalmente vendió al Estado para TeleSur-.
El desenlace estaba cantado: a finales en octubre de 2014 el diario fue vendido por un monto desconocido.
El periódico quedó en manos del grupo Urbano Fermín, un conglomerado de empresas de comercialización y distribución de transporte, madera y acero, además de contratistas de construcción cercanas a la gobernación de Anzoátegui –ahora a cargo de Aristóbulo Istúriz,
ex presidente de la Asamblea Nacional y ex ministro de Hugo Chávez- y a las alcaldías del pro gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Su dueño es Carlos Eduardo Urbano Fermín quien, sin embargo, no ha hecho imprimir su nombre como autoridad del periódico en sus páginas. Excepcionalmente, apenas días después de efectuada la transacción de compraventa por el rotativo, hizo publicar un obituario en su nombre a propósito del fallecimiento del padre del alcalde del municipio Pedro María Freites (correspondiente a Cantaura), Daniel Haro, el pasado 28 de octubre. Entre el aluvión de condolencias también aparecieron notificaciones firmadas por la gobernación del estado,
el Consejo Legislativo y el PSUV.
Pese a los nexos del nuevo editor con los poderes políticos del Estado, el director Fernando Martínez se muestra despreocupado acerca de la dirección que tome la línea editorial del diario. Por una razón muy sencilla y que no necesariamente tiene que ver con las virtudes
del medio: la presencia de la oposición en la región es casi nula, lo que significa que todos los grandes cargos políticos, que a la vez son fuentes de información y generadores de noticias, están en manos de allegados al partido de gobierno. Por lo tanto, el chavismo ocupa, en buena lid, la mayoría de las páginas.
Eso ya ocurría, por cierto, cuando el diario estaba poder de Umberto Petricca.
“Hasta ahora no he recibido ninguna orden y es algo que no nos preocupa”, afirma Martínez.
Según el expediente 844-89 que reposa en el Registro Primero Mercantil del estado Anzoátegui, el diario El Norte se fundó en 1989 con un capital de 800 mil bolívares. Manuel Felipe Lander Planchart aparecía entonces como tenedor de 400 acciones y Gustavo
El 15 de julio de 1996, Pascual Cirigliano Martínez, hombre fuerte de TVO, controla la empresa a través de una empresa de inversión, Inversiones P.C. C.A. Algo más tarde pero en ese mismo año, la empresa Black Russian Corporación Publicitaria Oriente C.A. compra el diario. Su representante es Leonardo Silva Ruso, quien tiene por socio a Jesús Tomar González Moreno. Entonces una porción de la compañía -240 acciones- permanecieron bajo control de Inversiones P.C. de Cirigliano.
En 1997 Black Russian vende sus acciones a Carlos Ricardo Patiño, dueño y representante de la sociedad mercantil Easter Inversiones CA. De manera simultánea, Cirigliano le vende las suyas a Prensa Oriental, cuyo dueño es él mismo.
El último capital registrado de la empresa, en 2004, cuando la adquirió Petricca, era de algo más de 18 millones y medio de bolívares (alrededor de cuatro millones de dólares al cambio oficial vigente para la fecha).