Caracas: Reporteros gráficos fueron retenidos por siete horas en una sede militar

El 12 de junio de 2014, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) retuvieron alrededor de siete horas a cuatro fotorreporteros que se encontraban haciendo una cobertura sobre un enfrentamiento sucedido entre un grupo de encapuchados y funcionarios de este cuerpo de seguridad del Estado, en Santa Fe Sur, al este de Caracas. Los funcionarios alegaron que la detención se llevó a cabo para verificar la autenticidad de sus credenciales.

El fotorreportero Rodolfo Churión, relató a IPYS Venezuela que a las 5:30 p.m. del 12 de junio de 2014 acudió al sector Altamira, zona este de la ciudad de Caracas, donde se desarrollaba una protesta. 30 minutos después, Churión se desplazó hacia la entrada al sector Santa Fe Sur para hacer cobertura de un enfrentamiento entre un grupo de encapuchados y funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

El reportero gráfico recordó que pudo observar a varios colegas cerca de los funcionarios militares sin sus cámaras fotográficas en mano. Cuando preguntó la razón por la cual los fotorreporteros no estaban registrando imágenes, le dijeron que los funcionarios estaban exigiendo las credenciales, permiso otorgado por el Ministerio de Comunicación e Información (MINCI), para hacer cobertura del hecho.

Churión explicó que los funcionarios de la GNB dudaron de sus palabras al identificarse como miembro de la prensa, puesto que en ese momento portaba una credencial de La Naranja Pelada, medio informativo de la Universidad Metropolitana (UNIMET). Este medio de información y para los que trabajaban Daniel Blanco, Jon Tirado y Eduardo Galindez, también reporteros gráficos, eran desconocidos por los funcionarios militares, quienes los detuvieron con la intención de comprobar la autenticidad de las mencionadas credenciales.

Recordó que en un principio se les informó que serían retenidos en la sede de Fuerte Tiuna, sede militar. Sin embargo, los reporteros fueron trasladados al Círculo Militar de La Rinconada.

Al llegar a la sede militar, los funcionarios de la GNB llevaron a los trabajadores de la prensa a un comedor y les ordenaron colocar sus credenciales, cámaras fotográficas y teléfonos celulares sobre una mesa. Churión recordó que los funcionarios inspeccionaron los objetos como si se tratase de evidencia física.

Al cabo de una hora y media, se le exigió a los fotorreporteros que un representante del medio de comunicación del cual forman parte, debía acudir a la sede militar y consignar una carta de trabajo en la que se evidenciara su relación laboral con dicho medio. Asimismo, los trabajadores debieron esperar que un representante de la Defensoría del Pueblo acudiera en el lugar.

Aunque los reporteros gráficos pudieron comer en el lugar y no recibieron trato ofensivo alguno, Churión recordó que los abogados de los trabajadores de la prensa expresaron su descontento a los funcionarios militares y los representantes del organismo gubernamental, debido a que ningún periodista o reportero gráfico debe ser detenido por el hecho de cumplir funciones informativo.

No obstante, los funcionarios alegaron que actualmente existen civiles, que forman parte de estas protestas, fingen ser reporteros gráficos para obtener información sobre los enfrentamientos que se suscitan en la ciudad.

Churión aseguró que a pesar de que fue liberado, junto con sus compañeros alrededor de la 1 a.m., n ninguna de las cámaras fotográficas resultó afectada y ninguna imagen fue borrada.