El 6 de abril de 2015, Lorena Bornacelly, reportera de la Televisora Regional del Táchira (TRT), fue retenida por oficiales de la Brigada de Orden Público, perteneciente a la Policía del Táchira, al suroeste del país, cuando transitaba por las adyacencias de la Universidad Católica del Táchira (UCT), donde se registró una protesta desde horas de la mañana de ese día. La casa de estudios se encuentra cerca de la Residencia Oficial de Gobernadores, que se encontraba acordonada para resguardarla.
Lorena Bornacelli. (Foto. Twitter)
La reportera Lorena Bornacelly cubrió el inicio de la manifestación estudiantil. Sin embargo, debió volver a la zona en la tarde para asistir a un funeral en la misma zona; al estar las calles cerradas por el cerco policial debió caminar para llegar a su destino.
No obstante, sonaban detonaciones y los encapuchados lanzaban piedras por lo que optó por resguardarse donde se encontraban los uniformados. Una vez allí, le solicitaron su cédula de identidad y la grabación que había hecho sobre la protesta. Pese a que les explicó que no tenía el celular en la mano y se dirigía a un funeral, la reportera estuvo retenida por al menos 30 minutos.
En ese tiempo, un policía le acusaba de estar grabando y de no ser cierto que iba a un funeral tildándola de “mentirosa”.
Al sacar su celular para llamar al director del cuerpo policial para denunciar lo que le estaba sucediendo, uno de los uniformados volvió a acusarla de estar grabando, razón por la que decidió guardarlo en su ropa interior por seguridad.
Cuando le entregaron su documento de identidad y le permitieron continuar, un policía gritó “déjenla detenida, a los que graben hay que detenerlos, la orden es dejar detenido a quienes graben”.
No fue detenida, sin embargo dos policías la acompañaron hasta su lugar de destino.